A mis compañeros inmigrantes de color:
Esta carta es para todos nosotros. Aunque seas documentado o indocumentado, todos estamos viviendo con los estremecedores resultados de la elección presidencial. Muchos de nosotros sentimos temor, vulnerabilidad, e incertidumbre. Es clave que en este momento de desesperación, nos acordemos que somos una gente poderosa y resistente.
Yo soy parte de la “generación 1.5.” Entiendo la lucha del inmigrante por las experiencias que viví mientras mi familia se asentó en este país. Yo personalmente conozco los grandes desafíos del proceso de la adaptación cultural en los Estados Unidos. Para mí, no son historias relatadas por mis abuelos o mis padres, son mis propias historias. Yo entiendo lo que está en juego cuando una familia toma la decisión de abandonar a su país natal por un futuro mejor, porque eso es precisamente lo que hizo mi familia. Yo sé lo que significa tomar un trabajo humilde en un restaurante de comida rápida a pesar de tener una formación universitaria en su país, porque mi madre lo hizo. Yo entiendo como es luchar cotidianamente con el inglés para algún día poder maestrearlo, porque esa fue mi realidad.
Pero también sé cómo se siente poseer una parte del sueño Americano. Fui admitida a casi todas las universidades donde aplique. He trabajado en el Congreso, y tuve la gran oportunidad de conocer al Presidente Barack Obama y la Secretaria Hillary Clinton. Hoy, hablo ingles sin acento, y puedo navegar círculos académicos y los mudos de negocios y gobernación con poca dificultad.
Yo vivo entre un mundo de los privilegiados y los desfavorecidos.
Desde mi punto de vista, estoy muy segura de una cosa: nosotros, la gente de color, somos fuertes. Hemos sobrevivido muchos tiempos de adversidad como la esclavitud y el colonialismo, pero siempre vencimos. Entendemos que la retórica de la nueva administración no es para nosotros, pero que este sigue siendo nuestro país, tanto como el país de los 59 millones de americanos que votaron por Donald Trump. Nosotros vinimos a este país porque creemos en los ideales y valores Americanos.
Esta elección nos hizo vulnerables, pero no podemos aceptar esta realidad. Tenemos que seguir adelante, y comenzar el proceso de construir un país más inclusivo, mientras reclamos nuestros derechos inalienables a la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad. Para lograr todo esto, tenemos que desmentir los estereotipos de los inmigrantes, y compartir nuestras historias con el público, para que nuestras voces formen parte del discurso político. Vamos a crear un nuevo futuro y un nuevo país desde la base hacia arriba en nuestros barrios, ciudades y estados.
Como un punto de partida, me gustaría demostrar la diversidad y la fuerza de comunidad de los inmigrantes en este país. Si usted quiere compartir su historia, puede ponerse en contacto con nosotros en immigrants4usa@gmail.com.
No hay nada malo en América que no se puede curar con lo que es bueno en América. – William J. Clinton
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